Desde la abadía, una sintonía perfecta entre el arte románico y el gótico flamígero, la panorámica de la bahía es espléndida y mutante, según el tiempo y según el aspecto del arenal, cubierto y descubierto al ritmo de las mareas. Paisajes marítimos de dunas y hierba baja alternan con los paisajes de bocage. Cuando sube el mar, una ola de 25 km de anchura avanza «a la velocidad de un caballo al galope» entre las puntas de Cancale y Granviell. Esa circunstancia añadida a la existencia de arenas movedizas convierten la bahía en un lugar especialmente peligroso, sometido a las mayores mareas de Europa. A pesar de ello, existen visitas guiadas totalmente seguras.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
La Bahia de Mont de Saimt-Michel
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4 comentarios:
Absolutamente mágico ;-)
Realmente una imagen maravillosa!
Saludos.
Una fotografía de un lugar mágico.
Saludos.
Es un lugar con un paisaje fantástico. Impresiona la velocidad de las mareas.
Saludos.
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